Vilanova i la Geltrú, capital del Garraf, es una ciudad con mil años de historia y un fuerte vínculo con el mar y la cultura mediterránea. Su origen se remonta a dos núcleos históricos: la Geltrú, documentada antes del año 1000, y Vila Nova, fundada en 1274 en terrenos de la vecina Cubelles. Hoy, este legado convive con un dinamismo cultural, económico y turístico que hace de Vilanova un destino atractivo y sostenible.

Con más de seis kilómetros de playas de arena fina, la ciudad apuesta por un modelo de turismo respetuoso con el medio ambiente. Las playas son accesibles y están cuidadas y dotadas de servicios que garantizan su conservación, mientras que el paseo marítimo, que se extiende desde la colina de Sant Gervasi hasta Sant Cristòfol, invita a descubrir la relación de Vilanova con el mar, desde los vestigios íberos y romanos del poblado de Adarró hasta el encanto modernista de las casas de veraneo de principios del siglo XX.

Una ciudad con un rico patrimonio histórico y cultural

Vilanova conserva un rico patrimonio que refleja sus diferentes etapas de crecimiento: de la agricultura y la pesca al comercio marítimo del siglo XVIII y la industrialización del siglo XIX y XX. A lo largo del paseo de Ribes Roges se encuentran puntos de interés como la Torre Blava, un antiguo fortín carlista convertido en espacio artístico donde el pintor Josep Guinovart recreó su visión del mundo marinero. El paseo de Ribes Roges se convierte en el del Carme y después en el Marítim para llevarnos a la parte más marinera de la villa, con la Casa del Mar, que tiene grandes ventanales en arco en la fachada, y las tradicionales casas de pescadores, entre las que destaca la Fassina.

El puerto pesquero de Vilanova es uno de los más importantes de Cataluña, y todavía hoy es posible observar la llegada de las barcas con la captura diaria, una actividad muy recomendable si se visita la ciudad. También es de visita obligada el faro de Sant Cristòfol, que alberga el Espai Far y acerca a los visitantes a la historia marinera de Vilanova.

En el centro urbano, la Rambla es el eje neurálgico, rodeada de casas señoriales y comercios locales. La plaza de la Vila recuerda el pasado indiano con un monumento a Josep Tomàs Ventosa, mientras que el Mercado Central, con más de medio siglo de historia, es el mejor sitio para llenar la cesta de productos locales.

Entre los espacios culturales destacan el Museo Romántico Can Papiol, que evoca la vida de una familia acomodada del siglo XIX, y la Biblioteca-Museo Víctor Balaguer, un imponente edificio en forma de templo, con decoraciones neoegipcias y neogriegas, que atesora una destacada y extensa colección artística. Otro de los imprescindibles de la ciudad es el Museo del Ferrocarril, que conserva una de las mayores colecciones de locomotoras de Europa.

Turismo responsable y experiencia local

Vilanova i la Geltrú apuesta por un modelo de turismo sostenible, basado en la preservación del patrimonio natural y cultural. Sus playas mantienen protocolos de conservación medioambiental y accesibilidad, y los espacios culturales promueven un turismo de proximidad que respeta la identidad de la ciudad.

El destino invita a moverse a pie o en bicicleta, con rutas que conectan la fachada marítima, los barrios históricos y los espacios naturales del Garraf. También es un lugar ideal para disfrutar de la gastronomía local, con pescado fresco de lonja, productos de proximidad y numerosos eventos gastronómicos que se suceden a lo largo del año, como la Ruta del Xató. Esta propuesta gastronómica une la tradición de un plato único en el mundo, el sabroso xató, con los vinos de la DO del Penedès y del Garraf.

La ciudad es también un referente cultural con festivales de música como el Vida Festival y El Tingladu, que edición tras edición cuentan con los artistas internacionales y locales del momento. Pero la cultura popular y tradicional también tiene un lugar prominente en el calendario festivo de Vilanova. Con permiso de las Fiestas de Sant Antoni y la Fiesta Mayor, el evento más emblemático, con más de 250 años de historia, es el Carnaval. Declarado Fiesta Patrimonial de Interés Nacional, es uno de los pocos carnavales catalanes que sobrevivió a la dictadura franquista y sigue siendo fiel a su espíritu satírico y popular.

A pocos minutos del centro, la Masía d’en Cabanyes y su entorno natural son un oasis de calma y cultura. Este espacio acoge el Centro de Interpretación del Romanticismo y permite disfrutar de paseos rodeados de naturaleza, con vistas privilegiadas sobre la ciudad y el mar a la sombra del contiguo y centenario Pi Gros, un árbol monumental.

Con su rico patrimonio, las playas cuidadas, la oferta cultural diversa y una clara apuesta por la movilidad sostenible y el turismo responsable, Vilanova i la Geltrú se consolida como un lugar ideal para descubrir el Mediterráneo. Aquí, el tiempo se detiene para gozar de la calma, el mar y la cultura, con la garantía de que cada paso contribuye a preservar el legado natural e histórico para las generaciones futuras.