Sus vistas privilegiadas sobre la ciudad, sus kilómetros de zona verde y el patrimonio que acoge hacen que explorar la montaña de Montjuic sea una experiencia imprescindible. Muchos de los museos que alberga, así como otros equipamientos culturales emblemáticos, han adoptado el Compromiso para la Sostenibilidad Turística del Destino Barcelona, una iniciativa que asegura un turismo respetuoso con el medioambiente y también con las personas. Hoy te presentamos una ruta para pasar un día de lo más completo descubriendo la montaña mágica mientras disfrutas de la cultura de una forma sostenible.
1. Poble Espanyol
La jornada empieza en el Poble Espanyol, un espacio al aire libre que recrea la arquitectura de diversas regiones del Estado. Paseando por sus calles, descubrirás desde típicos barrios andaluces hasta monasterios románicos catalanes o plazas castellanas. Construido para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, este icónico espacio ha sabido conservar su espíritu original mientras evolucionaba para ofrecer una gran variedad de experiencias gastronómicas, culturales y de ocio. Sin embargo, si algo caracteriza al Poble Espanyol, es su voluntad de preservar y poner en valor la historia, la cultura y el patrimonio de la ciudad.
A lo largo del recorrido, podrás ver a maestros artesanos en acción y participar en talleres donde experimentar personalmente sus oficios. No dejes de visitar el museo de la Fundación Fran Daurel, con obras de artistas universales como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Joan Miró, Antoni Tàpies o Eduardo Chillida.
2. Fundación Mies van der Rohe
A pocos minutos a pie, encontrarás la Fundación Mies van der Rohe, dedicada a la conservación y difusión de la arquitectura moderna. Allí podrás adentrarte en una reconstrucción del pabellón alemán para la Exposición Internacional de 1929 creado por Ludwig Mies van der Rohe y Lilly Reich. Esta obra maestra del movimiento moderno, con sus líneas puras y el uso de materiales como el vidrio, el acero y el mármol, ha influido profundamente en la arquitectura posterior.
La Fundación propone visitas guiadas para conocer en profundidad este espacio icónico y contemplar las distintas intervenciones artísticas que dialogan con la arquitectura del pabellón. De esta manera, se preserva y extiende el legado de van der Rohe, transmitiéndolo a las generaciones futuras.
3. Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC)
El itinerario cultural nos conduce hasta el MNAC, un museo excepcional tanto por su colección como por el lugar donde se ubica, en el Palau Nacional, un edificio que puede presumir de estar rodeado de jardines majestuosos y de disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de Barcelona.
El MNAC propone un recorrido por el arte catalán a lo largo de mil años de historia y en el que destaca una de las más notables colecciones de arte románico del mundo. También alberga piezas del modernismo, con ejemplos de piezas decorativas y de diseño de interiores procedentes de obras tan remarcables como la Casa Batlló y la Casa Amatller, así como una amplia muestra del arte de vanguardia, que refleja las tendencias artísticas desde la postguerra hasta la década de los sesenta.
La accesibilidad es una prioridad para el Museo, que pone a disposición del público rampas, ascensores y guías adaptadas para garantizar una experiencia cómoda a todos sus visitantes.
4. Fundación Joan Miró
La siguiente parada es la Fundación Joan Miró. Creada por el mismo Miró con el objetivo de acercar el arte contemporáneo a todo el mundo, reúne la colección más grande del mundo de obras del artista, además de piezas de otros autores contemporáneos de gran relevancia. Actualmente, por ejemplo, exhibe obras de Matisse. El edificio constituye también una obra de arte por derecho propio. Diseñado por el arquitecto Josep Lluís Sert, amigo íntimo de Miró, está concebido como un espacio abierto con terrazas interiores y exteriores que permiten la libre circulación de sus visitantes.
La Fundación ofrece también la posibilidad de participar en actividades familiares y experimentar el arte de manera inclusiva y accesible. El museo facilita el acceso a materiales y programas adaptados para personas con distintas necesidades, ofreciendo además una experiencia multisensorial para que todo el mundo pueda disfrutarlo en igualdad de condiciones.
5. Teatre Lliure de Montjuic
Finalizamos el día en el Teatre Lliure para disfrutar de las artes escénicas en uno de los centros de creación y exhibición más importantes del Estado. En sus funciones se representa tanto a clásicos universales —El misántropo de Molière y La Gaviota de Chéjov son algunas de las obras imperdibles de la temporada—, como a los dramaturgos contemporáneos, apostando por un modelo cultural y socialmente responsable.
Su sede de Montjuic está situada en un espacio de gran valor histórico, el antiguo Palacio de la Agricultura, construido con motivo de la Exposición Internacional —como el resto de edificios que hemos visto a excepción de la Fundación Miró. En su interior, acoge una sala de gran formato, bautizada en honor a Fabià Puigserver, que puede acoger a 720 espectadores y está equipada con la última tecnología escénica, y una sala más pequeña, el Espai Lliure, con una capacidad de 172 espectadores.
En cuanto a su accesibilidad, el Lliure ofrece funciones con sobretítulos adaptados, audiodescripción, traducción simultánea a lengua de signos catalana y sesiones especialmente pensadas para personas con trastornos del espectro autista. También ha implementado un plan de sostenibilidad para reducir el impacto ambiental de su actividad y demostrar, de esta manera, que las artes pueden contribuir positivamente en la lucha contra el cambio climático.
Del arte medieval a la arquitectura moderna, pasando por la vanguardia y las artes escénicas, esta ruta es una invitación a redescubrir la montaña mágica desde una nueva perspectiva que, gracias al sello del Compromiso para la Sostenibilidad Turística Destino Barcelona, garantiza una experiencia consciente y accesible para todos.