Feria de la Candelaria, Molins de Rei
Dice el dicho: "si la Candelera riu, l'hivern és viu; si la Candelera plora, l'hivern és fora" (si la Candelaria ríe, el invierno está vivo; si la Candelaria llora, el invierno se ha ido); en este caso, no ríe por las semanas de frío que quedan, sino por una buena causa: la increíble transformación hacia la gestión responsable de esta feria de Molins de Rei.
Un acontecimiento centenario que se ha convertido en un referente de la sostenibilidad gracias a su modelo más respetuoso con el medio ambiente y la sociedad. Un giro que tuvo su punto culminante la pasada edición en febrero del 2023 con el pregón que llevaba por título "Candelaria y sostenibilidad, un binomio imprescindible". Y también con las jornadas técnico-agrarias anuales que se centraron en la bioconstrucción y la novedad de la cocina de proximidad saludable enfocada a las personas que han sufrido cáncer.
Esta cita histórica de Molins de Rei, con más de 250.000 visitantes y 600 expositores, y que se celebra el primer fin de semana de febrero de cada año, ha convertido la buena gestión de los residuos en una de sus principales señas de identidad. Así, desde la organización se impulsan iniciativas como el cálculo del volumen de recogida selectiva que alcanza la feria anualmente para minimizar la cantidad de basura generada.
Para avanzar en este sentido, se ha promovido un plan especial de recogida durante la celebración del evento reforzando los contenedores de reciclaje y mejorando sus ubicaciones para absorber una mayor cantidad de basura. Por ejemplo, la Feria de Vinos, la parte de la feria dedicada a la viticultura, contacta con Ecovidrio, la entidad que gestiona la recogida de envases, para poner un contenedor de vidrio especial para cada expositor.
Además, se lleva a cabo la colocación de cartelería en las zonas de restauración para fomentar la recogida selectiva. También, en todo el recinto ferial, encontramos cartelería con mensajes de sensibilización a los visitantes hacia el respeto al medio ambiente, en ámbitos como el uso del agua y la gestión de residuos.
Por otra parte, la estructura de los estands modulares, que hasta ahora eran de plástico no reutilizable, se ha cambiado por estructuras formadas por palés de melanina en toda la feria (más de 2.000 m²). Aquí debe añadirse también la eliminación de la moqueta no reciclable del 50 % de los estands, lo que ha logrado un ahorro de 1.200 metros cuadrados de este material.
Todo ello acompañado de otras iniciativas como el uso de cubertería reutilizable y envoltorios reciclables o biodegradables, así como el impulso del ahorro de papel, gracias a la implantación de los cuestionarios de satisfacción de visitantes y expositores en formato digital para evitar el uso de trípticos.
Iniciativas diversas hacia la sostenibilidad
Aparte del eje centrado en la gestión de residuos, son muchas otras las acciones enfocadas a la gestión responsable que se impulsan desde la Feria de la Candelaria.
Un ejemplo es el control del consumo de agua, monitorizando los puntos donde se utiliza para racionalizar su uso. Así, en lugares como las demostraciones de cocina de los Tastets Gastronòmics (catas gastronómicas), se puede disfrutar de la feria sin malbaratar este recurso tan preciado.
Otra de las novedades de la pasada edición fue el impulso de la eficiencia energética con la incorporación de generadores mixtos en los estands de restauración, que en lugar de funcionar todo el día se detienen durante las horas de menos consumo, como las nocturnas, para evitar la contaminación acústica del vecindario.
Todo este programa de gestión responsable se enmarca en el seguimiento que la Feria de la Candelaria hace de los objetivos de desarrollo sostenible 2030 (ODS). Por eso, son tantas las iniciativas en este sentido que se llevan a cabo.
Además, una de las acciones en las que vemos reflejado este trabajo es en la contratación de personal, de modo que se favorecen aquellas personas con dificultades de inserción laboral y con representación diversa de género y edad.
Por lo tanto, son muchos los proyectos que han permitido que este acontecimiento sea reconocido con la certificación de gestión responsable Biosphere, adherida desde el año 2021, y que ha renovado año tras año. Pero el camino no termina aquí, y ya se están impulsando nuevos retos para hacer avanzar la feria hacia la sostenibilidad.
En el 2022 se elaboró un plan de sostenibilidad de la feria que incluye un abanico de acciones por desarrollar de ahora en adelante. Como el ambicioso plan de movilidad del acontecimiento que se está trabajando en el 2023 y que, de cara al 2024, pretende hacer posible la llegada de la mayor parte de los visitantes en transporte público.
El 2, 3 y 4 de febrero del 2024 se celebrará la 174.ª Feria de la Candelaria en la que se podrán ver todas las acciones y muchos proyectos más, como el de la bolsa de ropa sostenible y solidaria, que quiere ser una alternativa al consumo de plástico y, a la vez, utilizar los beneficios de su venta para un proyecto solidario.
¿El objetivo? Que la Feria de la Candelaria sea reconocida en todas partes por su sostenibilidad y que las acciones que se llevan a cabo sirvan de concienciación y motor para un cambio global.