Celebrar un hito empresarial o dinamizar equipos puede tener un impacto que va más allá de los beneficios para la propia organización. Puede convertirse en una oportunidad para dejar una huella positiva en el territorio y contribuir a su desarrollo. Esta es la filosofía de Rurality Events, una empresa catalana especializada en eventos corporativos sostenibles en pequeñas poblaciones, que apuesta por la innovación con alma rural.
Un modelo de eventos con sentido
Rurality Events nació de la mano de Begoña Muñoz y Almudena Pedraza, dos profesionales apasionadas por la organización de eventos y por el mundo rural. Ante la creciente despoblación de muchas zonas, vieron una oportunidad para crear experiencias corporativas singulares con valor añadido: eventos que generan triple impacto positivo, social, económico y medioambiental.
Esta agencia organiza encuentros, convenciones, jornadas de team building y viajes de incentivo en pequeños municipios con menos de 1.000 habitantes, como Montclar, Rajadell o Espinelves, aprovechando espacios naturales, masías rehabilitadas y otros entornos llenos de encanto. Su misión es ser agentes del cambio hacia un mundo rural vivo y conseguir que cada evento se convierta en una experiencia transformadora tanto para las empresas como para las comunidades locales.
Eventos sostenibles y Km 0
Cada proyecto de Rurality Events se diseña con una visión alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, los criterios de RSC de cada organización y los principios de la Carta Mundial de Turismo Sostenible +20. Adherida al Compromiso por la Sostenibilidad Turística Destino Barcelona, la actividad de la agencia también se articula en torno a las cinco “P” del desarrollo sostenible: Personas, Planeta, Prosperidad, Paz y Alianzas (Partnership).
Rurality Events aplica criterios de responsabilidad ambiental y social en todas las fases del proceso: selección de espacios con eficiencia energética, uso de elementos decorativos reutilizables, minimización de residuos y consumo de productos locales y de temporada. También apuesta decididamente por dar a conocer el patrimonio y la historia de los lugares donde trabaja.
Además, todos los proveedores son productores o artesanos del territorio, lo que impulsa la economía local y favorece la preservación de los oficios tradicionales a la vez que aporta a cada evento un carácter auténtico y emotivo. Desde talleres de cestería o piedra seca hasta experiencias gastronómicas con productos ecológicos, cada detalle revaloriza la cultura rural y da visibilidad a las personas que la mantienen viva.
Impacto positivo para empresas y pequeñas poblaciones
Los beneficios de este modelo de eventos son múltiples. Para las empresas, representan una nueva manera de entender la responsabilidad social corporativa (RSC), ya que combinan cohesión de equipo, bienestar y compromiso con el territorio. Los participantes viven una experiencia única y a medida, alejada del turismo masivo y centrada en la conexión humana y con la naturaleza.
Para las poblaciones, estos eventos suponen una fuente de activación económica y cultural: atraen visitantes, dan visibilidad al patrimonio, desestacionalizan la actividad turística, impulsan la innovación y refuerzan la identidad local. En definitiva, contribuyen a mantener activa la vida rural, generando nuevas oportunidades para comunidades a menudo olvidadas.
Experiencias que transforman
Rurality Events ha desarrollado numerosas propuestas que combinan creatividad, sostenibilidad y emoción. Entre ellas, destacan acciones solidarias como “Huerting”, donde los equipos colaboran con el proyecto social agrícola La Tavella; retos corporativos como el “Top 50 Method”, con actividades de conexión y cooperación en plena naturaleza; o retiros estratégicos para liderazgo, con alojamientos exclusivos, gastronomía de proximidad y experiencias sensoriales ligadas al entorno. También organizan jornadas de equipo llenas de humor y cultura popular, que recrean el espíritu de una auténtica fiesta mayor de pueblo.
Todas estas iniciativas comparten un mismo objetivo: convertir los eventos corporativos en motores de cambio, capaces de aportar valor tanto a las empresas como a las pequeñas poblaciones. Experiencias con sentido humano, auténtico y comprometido, que dejan una huella positiva y duradera.