Situada a las puertas del Montseny, la Masia Can Sunyer es una pequeña joya agroturística que ofrece una experiencia única en convivencia con la naturaleza. Con cada paso que dan, Jerusa Chaparro y Magda Pérez, las gestoras de la masía, buscan dejar una huella positiva en el planeta, promoviendo una vida en armonía con el entorno.
Una filosofía de vida
La Masia Can Sunyer es un espacio para vivir una experiencia auténtica y educativa, conectada profundamente con el entorno rural. Por ello, el compromiso con la sostenibilidad es un valor irrenunciable, que impregna todas sus facetas desde la agricultura hasta el alojamiento.
Su gestión responsable busca minimizar el impacto ambiental y social de la actividad que realizan. La masía cultiva la tierra con lo que describen como una filosofía "de reposo y alegría", y ofrece así productos de temporada y ecológicos que aseguran alimentos llenos de buena energía, salud y sabor. Esta dedicación a la agricultura sostenible se refleja en la producción de verduras, hortalizas, legumbres y el exclusivo aceite de oliva de la variedad VERA, autóctona del Vallès, y en la manera en que distribuyen sus productos, vendiendo directamente al consumidor en mercados de payés, cooperativas y mediante una cesta semanal puerta a puerta. De esta manera, fomentan la conciencia ambiental, el residuo cero y la economía circular. También proveen a restaurantes de la zona, asegurando que sus productos ecológicos lleguen a más personas.
Este compromiso se extiende también al ámbito de la sensibilización. En un área cercana a grandes ciudades, donde muchas de las personas viven desconectadas de la realidad del campo, la Masia Can Sunyer trabaja intensamente para educar a sus visitantes y a la comunidad sobre la importancia de la agricultura sostenible y el consumo responsable.
Experiencias agroturísticas únicas
La Masia Can Sunyer ofrece una experiencia inmersiva, e invita a los visitantes a participar en actividades que van más allá de hacer turismo. Aquí, pueden disfrutar de la cocina saludable, aprender sobre la agricultura ecológica y participar en talleres que redescubren las verduras locales a niños, niñas y adultos.
Sus comidas en el huerto de la masía, una actividad descrita como inigualable por quienes la han realizado, permiten disfrutar de la naturaleza mientras paseas entre olivos, recoges verduras ecológicas y aprendes a cocinarlas. Con esta experiencia podrás ensuciarte las manos recolectando tomates, cebollas y otros productos de temporada, ir a la casa y conocer todos los trucos para sacar el máximo provecho de las verduras y saber cómo prepararlas con carnes o marisco, y luego comer en un ambiente relajado mientras conversáis sobre los beneficios del entorno natural. Si vais con niños y niñas, ellos también podrán participar, recolectando huevos de las gallinas o plantando lechugas en el huerto.
Además, la masía ofrece alojamiento rural con capacidad para diez personas, con varias zonas para relajarse, incluyendo una piscina y áreas para paellas, barbacoas y calçotades. Esta combinación de confort y sostenibilidad hace que Can Sunyer sea un destino ideal para desconectar y reconectar con la naturaleza.
El Montseny, un paraje que hay que conocer
Por su enclave, además de disfrutar de la tranquilidad, los visitantes pueden perderse por el entorno de la Masía y realizar diferentes rutas de senderismo y actividades, de las que os informarán allí mismo. Por ejemplo, se puede ir hasta la zona del macizo del Montseny, que acoge un parque natural protegido reserva de la biosfera por la UNESCO, y seguir uno de los muchos recorridos señalizados que existen para descubrir sus magníficos bosques de encinas, hayas, castaños, pino y abeto, o sus numerosos ríos, rieras y pozas. Un poco más cerca, sin embargo, en los alrededores mismos de la Garriga puedes encontrar paisajes muy diversos. Desde las zonas de regadío, pasando por los mosaicos de campos de cultivo, las laderas montañosas del Puiggraciós y los Cingles de Bertí, y el paisaje de ribera, que atraviesa todo el pueblo siguiendo el río Congost. Se trata de un entorno fantástico que se puede descubrir con pequeños paseos o con caminatas más exigentes.
Visitar la Masia Can Sunyer, pues, puede ser toda una experiencia transformadora, ya que mientras se disfruta de un alojamiento confortable y de deliciosas comidas caseras, también se aprende sobre la importancia de la sostenibilidad y de respetar y cuidar el territorio. El sello Biosphere, obtenido en el 2022, y los distintivos de Venta de Proximidad y de la Red de Productos de la Tierra de la Diputación de Barcelona, son otra prueba de cómo esta masía se preocupa tanto por el medio ambiente como por la comunidad local, además de por crear recuerdos memorables a todo aquel que la visita.