Algunas imágenes quedan grabadas para siempre en la memoria. La montaña de Montserrat a vista de pájaro es una de ellas. Una postal de naturaleza, historia, valores y leyendas que únicamente se puede vivir desde las vagonetas amarillas de su icónico teleférico.

Un billete con valor añadido

Desde que entró en servicio en 1930, el Aeri de Montserrat ha mantenido gran parte de su maquinaria original, al tiempo que ha incorporado constantes mejoras técnicas. Hoy es un referente de movilidad responsable en Cataluña y el medio de transporte preferido por millones de visitantes de todo el mundo.

Comprometido con el medio ambiente, funciona con energía 100 % verde y tiene un impacto acústico prácticamente nulo. También lo está con la sociedad: destina un tercio de sus beneficios a proyectos sociales en colaboración con entidades como Cáritas, Cruz Roja y la Fundación Abadia de Montserrat 2025, y promueve activamente la movilidad inclusiva y la economía de proximidad.

Esta implicación le ha valido el certificado Compromiso para la Sostenibilidad Turística Destino Barcelona y el reconocimiento internacional como modelo de turismo responsable. Más de 19 millones de personas han subido ya a sus cabinas y, al comprar el billete, han contribuido a mantener estos valores.

Una mirada privilegiada que nos invita a ser parte de la montaña

El Aeri no es solo un medio de transporte, es una ventana abierta a uno de los paisajes más espectaculares de Cataluña. Al salir de la estación inferior —situada en la carretera que va de Abrera a Manresa, dentro del término municipal de Monistrol de Montserrat, en el Bages—, cruzamos el río Llobregat y empezamos el ascenso entre las agujas y monolitos que el viento y la lluvia han esculpido durante millones de años. Debajo, el verde intenso de la vegetación mediterránea; encima, el azul inmenso del cielo, y, al fondo, como un espejismo, el monasterio: mil años de historia, espiritualidad y cultura que siguen atrayendo a peregrinos y viajeros de todo el planeta.

Tradición, modernidad y paisaje

La montaña de Montserrat ofrece tantas experiencias como formas tiene su macizo.

En el Museo de Montserrat, declarado Museo de Interés Nacional en el 2006, se pueden admirar más de 1.300 obras de sus colecciones de pintura antigua, pintura moderna, arqueología, iconos bizantinos e iconografía de la virgen de Montserrat, con obras de artistas tan reconocidos como Picasso, Dalí o Miró.

Anexo al museo, bajo la plaza de Santa Maria, en la Sala dels Murs nos espera una experiencia inmersiva única con proyecciones sobre muros medievales del siglo XIV.

En el exterior, la montaña se convierte en un auténtico museo a cielo abierto que ofrece rutas para todos los gustos y niveles. Como el itinerario Via Crucis-Sant Miquel-Fra Garí, ideal para un primer contacto suave con la montaña, o el itinerario de la Santa Cova, que serpentea entre miradores espectaculares y esculturas modernistas que simbolizan los misterios del Rosario, hasta donde —según la leyenda— se encontró la imagen de la virgen.

Pero por mucho que haya por hacer, tarde o temprano llegará el momento de irse. Y, para bajar, el Aeri de Montserrat nos ofrece una última mirada a este tesoro natural y espiritual que tan bien nos ha acogido, haciéndonos prometer que pronto volveremos.

Consulta toda la información en aeridemontserrat.com.