Los premios European Capital of Smart Tourism and Green Pioneer of Smart Tourism reconocen los esfuerzos de las ciudades europeas para desarrollar un turismo más inteligente y sostenible.
Este año, las ciudades galardonadas han sido Dublín y Grosseto, municipio italiano de la región de la Toscana. La Comisión Europea ha publicado el compendio de buenas prácticas presentadas, no solo para las ciudades ganadoras, sino para todas las que participaron. El documento integra buenas prácticas en cinco ejes: accesibilidad, sostenibilidad, digitalización, patrimonio cultural y creatividad.
De la capital irlandesa, han querido destacar los esfuerzos por mejorar la accesibilidad. El aeropuerto de la ciudad, por ejemplo, colabora con diferentes organizaciones para que las decisiones tengan en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad.
Algunas iniciativas destacables son las pulseras que permiten la autoidentificación de los pasajeros que necesitan apoyo adicional o la creación de una sala sensorial para escapar del entorno ruidoso, destinada a personas con necesidades especiales, y también ayudas visuales para los pasajeros con autismo.
Ciudades que apuestan por la gestión responsable
Por otro lado, en cuanto a movilidad, Dublín cuenta con un programa de bicicletas compartidas con veinticinco millones de viajeros. A su vez, la Ruta de la Movilidad Costera, inaugurada en el 2020, promueve el transporte sostenible y ha tenido éxito al transformar la manera en la que la gente navega por la costa de Dublín.
Con respecto a la acción climática, la ciudad acoge el primer centro de convenciones neutro del mundo y se compromete a reducir su huella de carbono de cara al año 2030 y a alcanzar la neutralidad en el año 2050.
Finalmente, la capital irlandesa ha impulsado proyectos y espacios culturales en toda la ciudad, colaborando con personas, comunidades y organizaciones para mejorar su participación.
En el caso de Grosseto, se quiso destacar el compromiso en la preservación de su paisaje natural. En torno al 30 % del área protegida de la ciudad se dedica a la agricultura, lo cual sirve de base para los esfuerzos de agroturismo.
El Parque de la Maremma, por ejemplo, cuenta con más de treinta iniciativas de agroturismo de gran calidad aptas para todas las edades y capacidades. Durante todo el año, el parque ofrece actividades de cocina, tutoriales para la recogida y elaboración de materias primas locales, talleres de degustación y rutas en bicicleta para los aficionados.
Una de las piedras angulares de la sostenibilidad de Grosseto es la movilidad. El parque combina a la perfección proyectos culturales, arqueológicos, de investigación científica y de turismo sostenible, hecho que lo convierte en un precedente para la exploración responsable.
Como parte de la apuesta de la ciudad por la accesibilidad, Grosseto dispone de un sistema integrado de movilidad en bicicleta y servicio de lanzadera, que se puede reservar a través de una aplicación. Además, la ciudad ha hecho accesibles sus playas, monumentos y centro de la ciudad mediante varias iniciativas.
Estos son dos ejemplos de cómo el turismo responsable puede resultar un verdadero imán para los visitantes y una apuesta de futuro que asegure la viabilidad de los destinos.
Para saber más, clica en este enlace. (https://smart-tourism-capital.ec.europa.eu/best-practices_en?prefLang=es)
