Lo que empezó hace más de un siglo como un pequeño concurso avícola bajo los porches de la Torre Balcells del Prat de Llobregat es hoy uno de los eventos más multitudinarios de la comarca. La Fira Avícola de la Raça Prat atrae a decenas de miles de visitantes y, además de ser un escaparate del famoso pollo Pota Blava, reconocido con el sello europeo de Indicación Geográfica Protegida (IGP), es también un espacio donde convergen la tradición agrícola, la gastronomía, el comercio y la vida asociativa de una ciudad que, con iniciativas como esta, busca poner en valor su patrimonio y preservarlo como legado para las generaciones futuras.

De concurso local a cita ciudadana esperada

La historia de la Fira Avícola se remonta a 1921, cuando la Mancomunidad de Cataluña impulsó el primer concurso de animales de corral en el Prat. Sin embargo, se considera que la primera edición oficial fue la de 1941, celebrada durante la Fiesta Patronal bajo el título “Primera Exposición de Raza Prat”. La segunda no llegó hasta 1975, en un momento en que la raza Prat había quedado reducida al ámbito doméstico y sobrevivía en los corrales de las casas gracias a un grupo de personas comprometidas con su conservación. Organizado por el Ayuntamiento, el “Segundo Concurso Exposición de raza catalana del Prat” fue el inicio de un modelo de Feria que no ha dejado de crecer.

Con los años, se añadieron la muestra agrícola y comercial, actividades culturales y gastronómicas, y el certamen se fue consolidando como la fiesta de invierno del municipio. Desde 2017, la Feria se celebra en la Granja de la Ricarda, un espacio de 19.000 m², y es una muestra de cómo la ciudad consigue mantener viva su identidad agrícola en el complicado entorno metropolitano.

Una feria abierta a todos

Así, en el Pabellón Avícola, Agrícola y Ganadero se pueden observar de cerca los pollos de la raza Prat, conocidos como Pota Blava, y encontrar productos agrícolas cultivados en el delta del Llobregat. La Muestra Comercial y la Muestra de Entidades reflejan la vitalidad del tejido empresarial y asociativo de la ciudad, mientras que el Espacio Gastronómico ofrece degustaciones de Pota Blava y Alcachofa Prat —el otro producto estrella de la ciudad— en propuestas elaboradas por los restaurantes locales.

A todo esto se suman actividades culturales y de ocio: catas y maridajes, showcookings, conciertos, juegos infantiles e incluso rutas en bicicleta por el Delta del Llobregat para disfrutar de una experiencia completa, que combina alimentación sostenible, cultura local y respeto por el territorio.

La sostenibilidad como pilar

El pollo Pota Blava se ha convertido en todo un emblema de la ciudad. Este pollo, criado al aire libre, con una alimentación natural y regulada, conserva las características de la raza autóctona gracias a la perseverancia de criadores y criadoras que han apostado por los métodos tradicionales. Su carne, fina y melosa, es reconocida en el ámbito gastronómico por su calidad y sabor intenso.

La Fira Avícola contribuye a dar visibilidad y continuidad a este modelo que apuesta por el territorio y una forma de hacer pausada y cuidadosa, a la vez que impulsa la economía local. Los productores del Parc Agrari del Baix Llobregat encuentran aquí un espacio para ofrecer productos frescos y de proximidad, mientras que el Espacio Gastronómico de la Feria es un escaparate de la atractiva oferta de restauración de la ciudad, que logra con estos productos su mejor carta de presentación.

Presente y futuro de la raza Prat

Tras más de cincuenta años de celebración ininterrumpida —la edición de 2020 fue virtual a causa de la pandemia de la COVID— la Fira Avícola es hoy un evento consolidado que atrae a decenas de miles de visitantes y alcanza cifras récord de asistencia año tras año. La 51ª edición, en 2024, reunió a casi 79.000 personas y generó un impacto económico cercano al millón de euros, con más de 500.000 € en gasto directo y la cifra restante en consumo en establecimientos de la ciudad. El resultado de las encuestas de satisfacción realizadas a los asistentes es abrumadoramente positivo.

La Feria mira al futuro tras conseguir en 2025 el Compromiso con la Sostenibilidad Turística Destino Barcelona, que acredita el trabajo realizado para promover un modelo respetuoso con el medio ambiente, la cultura y la economía local, y la creación de la Fundación Pota Blava, que sumará a criadores, restauradores, entidades y ciudadanía para asegurar la conservación de la Raza Prat. La combinación de tradición y compromiso colectivo garantiza que la Feria seguirá siendo un caso de éxito en la celebración y defensa del territorio.

La próxima edición de la Fira Avícola se celebrará los días 28, 29 y 30 de noviembre de 2025.