El congreso, celebrado los días 2 y 3 de abril en el CosmoCaixa, reunió a más de 50 expertos para repensar el futuro del turismo en las grandes ciudades.
Barcelona ha sido el epicentro del debate sobre el futuro del turismo con la celebración del Tourism & Economy Summit Barcelona 2025, un encuentro internacional que, bajo el lema "Un nuevo turismo resiliente y sostenible: Grandes ciudades y la propuesta de Barcelona", congregó a responsables políticos, empresarios y expertos del sector para abordar los principales retos del turismo en el contexto actual.
Durante dos días, el auditorio del CosmoCaixa acogió reflexiones y propuestas sobre la transformación de un modelo turístico aún heredero de los años 60 hacia uno más inclusivo, equilibrado y respetuoso con el entorno y las personas. Entre los temas tratados, destacaron la sostenibilidad, la financiación, la evolución del sector y la percepción de los mercados internacionales.
La Diputación de Barcelona fue socia global del evento junto con el Ayuntamiento de Barcelona, el Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Cataluña, el Área Metropolitana de Barcelona, Turismo de Cataluña, Aena, Aigües de Barcelona, La Roca Village, Paradores, Turismo de Barcelona y Veolia.
Un turismo con valores y al servicio del territorio
La presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, inauguró la cumbre defendiendo "un turismo de valor y con valores", que sea justo, inclusivo y sostenible. Subrayó que es necesario apostar por una "relación de simetría" entre visitantes y residentes, que aporte experiencias positivas a ambas partes, y romper con la idea de que el turismo es un problema. "El turismo debe ser una oportunidad, es un sector estratégico que genera cifras cuantitativas espectaculares", recordó.
En esta línea, la Diputación de Barcelona desarrolla una estrategia basada en la sostenibilidad ambiental, la sostenibilidad social y la buena gobernanza, con proyectos como "Espacios Naturales y Turismo Sostenible", que busca hacer compatibles la conservación del medio natural y la actividad turística, o la marca "Barcelona es mucho más", que descentraliza la atracción turística más allá de la capital.
Esta apuesta de la Diputación de Barcelona por la descentralización fue destacada por el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, quien también puso énfasis en la necesidad de renovar un modelo turístico nacido hace más de medio siglo. "Barcelona, Cataluña y España deben ejercer un liderazgo mundial como referentes en la conversión del turismo en un vector de crecimiento económico y social", afirmó.
Barcelona como modelo
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, destacó la apuesta de la ciudad por un modelo que combine el impulso de un turismo de calidad, ejemplificado con la ampliación de la oferta cultural y la consolidación del turismo de congresos, con la aplicación de medidas reguladoras para evitar externalidades negativas.
Collboni afirmó que "decisiones difíciles", como el aumento de la tasa turística y la limitación de los pisos turísticos con su eliminación prevista para 2028, ya están dando resultados y que otras capitales mundiales podrían adoptarlas como modelo.
A su vez, el consejero de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, defendió la importancia de "convivir con el turismo" y huir de los discursos turismofóbicos, abogando por un modelo sostenible donde los visitantes tengan derechos, pero también deberes.
Enfoque de debate global
Además de los mencionados, la cumbre contó con la participación de más de cincuenta ponentes referentes del sector, como el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa; el secretario general de ONU Turismo, Zurab Pololikashvili; la diputada de Turismo de la Diputación de Barcelona, Ana Herrera; el director general de Turismo de Barcelona, Mateu Hernández; la directora general de Turismo de Cataluña, Cristina Lagé; el director general de Turespaña, Miguel Sanz; el presidente de Segittur, Enrique Martínez; el presidente de Aena, Maurici Lucena; y el consejero delegado de Aigües de Barcelona, Felipe Campos. Todos coincidieron en la necesidad de conciliar turismo y ciudad, apostando por la calidad e impulsando un modelo más responsable y equilibrado.