En Taradell, la Noche de Reyes desprende un olor especial. El aroma del barballó, como llaman al espliego en esta población de Osona, llena las calles de magia cuando arde en las teas o antorchas que portan pequeños y grandes para recibir a Sus Majestades. Esta tradición está muy arraigada en la ciudad desde hace siglos, en recuerdo de un tiempo en el que el barballó silvestre crecía en abundancia. Sin embargo, el abandono del campo ha hecho que cada vez sea más difícil de encontrar y, con ello, que esta costumbre se haya ido perdiendo. Para revertir esta situación, el Ayuntamiento de Taradell impulsó el Parc de les Olors, una iniciativa que combina naturaleza, cultura, sostenibilidad y tradición.
Una experiencia sensorial que abarca todo el municipio
A diferencia de un parque tradicional, el Parc de les Olors de Taradell no se limita a un único espacio, sino que se encuentra repartido por varios lugares del municipio y su entorno. De esta manera, se crea un itinerario urbano y rural que permite descubrir elementos históricos como la Torre d'en Carles, la ermita de Santa Llúcia y la Font Gran, además de recorrer preciosos campos de lavanda y jardines aromáticos.
En cada rincón del municipio, los espacios ajardinados resplandecen con cientos de plantas aromáticas, especialmente la lavanda. Pero el epicentro del parque es Can Just, que alberga talleres para todas las edades y constituye el punto de encuentro de las visitas guiadas que se organizan para recorrer y conocer todo el conjunto. Aquí, un jardín visitable acoge especies aromáticas y medicinales, mientras que en la Agrobotiga se pueden encontrar productos naturales elaborados con estas plantas, como perfumes, infusiones, jabones y las tradicionales teas de barballó.
Por su parte, las plantas culinarias como el cebollino, la albahaca o la rúcula son las protagonistas del Jardín de la Escuela de Arte l'Arpa y de actividades como los talleres de cocina que se realizan allí mismo.
La ruta puede concluir en los campos de lavanda, barballó y lavandín que rodean Taradell. El paisaje resultante impresiona y las más de 10.000 plantas permiten obtener aceite esencial y el material necesario para hacer las teas de barballó típicas del pueblo.
Actividades que conectan naturaleza, tradición y sostenibilidad
Además de recorrerlo por tu cuenta, el parque ofrece visitas guiadas para grupos, ideales para hacer en familia o con amigos. Pero, sobre todo, se trata de un espacio de experiencias, para sumergirse en el mundo de las plantas aromáticas y medicinales. Desde talleres de remedios y cosmética naturales hasta la elaboración de perfumes, aceites de masaje, infusiones, ratafía o gintonics, pasando por la creación de un hotel de insectos, cada sesión combina la diversión y la experimentación con el aprendizaje y finaliza con un piscolabis aromático, donde los participantes aprenden recetas que pueden aplicar en casa. También existe la opción de organizar talleres personalizados para grupos, adaptados a cualquier edad o necesidad especial.
Disfrutar de un día al aire libre, aprendiendo sobre las plantas aromáticas, culinarias y medicinales, e incluso, creando un producto desde cero con tus propias manos es la propuesta que ofrece el Parc de les Olors de Taradell, una iniciativa que favorece la recuperación de flora autóctona y crea un paisaje más rico y saludable en el que los aromas nos guían a través de un viaje sensorial inolvidable.